lunes, 8 de agosto de 2011

¡A este país lo hundió la mala educación!


Aunque me arriesgue al escarnio y la lapidación pública al decirlo, la mayoría de políticos, deportistas, miembros de la farándula y los medios, y otras figuras públicas en este país, son ignorantes o faltos de educación académica formal o informal, o sin el menor atisbo de civilidad. 

Los iletrados porque son folcróricos, los letrados porque son corruptos y los bonitos porque son ignorantes y atrevidos. No hablemos de los feos: somos los únicos que nos dedicamos a cultivar el intelecto (aunque hay políticos, deportistas, miembros de la farándula y los medios y otras figuras públicas muy, muy feas y para completar, bestias!)

Son constante fuente de escándalo y desmedidas fanfarrias porque es lo único que conocen, el medio en el que crecieron y lo único que por experiencia pueden imitar. 

Sólo comparables al resto de nuestras figuras públicas y dirigentes: tristes dechados de virtudes, elaboradores de espectáculos tercermundistas y subdesarrollados, corruptos, sin razón y alejados de todo sentido común: habitantes de república bananera aún cuando Angelino Garzón lo niegue rotundamente!

La mala educación mantiene a este país sumido en la miseria y en la desgracia, sin posibilidad de redención. El respeto por lo ajeno es inexistente, la incapacidad de hacer una línea y seguirla ordenadamente es latente, el desprecio por las normas y las leyes evidente: jocosamente nos jactamos de la malicia indígena ¡MALDITA FRASE! que enorgullece al pueblo y a la plebe pero me avergüenza, me produce un inmenso dolor y que, salvo por esta ocasión, ha sido proscrita de mi vocabulario. 





Basta un par de horas para ver como se atenta descarada y agresivamente contra el prójimo, 


-cómo las primeras noticias de la mañana consisten en fraudes, robos, homicidios, atentados de la grupos armados ilegales (Léase guerrilla) que después tiene el descaro de escribir en su página de internet que lo hacen para proteger la población civil de las fuerzas armadas ¿?, 


-cómo se invade el carril del SITM (cuando aunque no exista prohibición expresa, sabemos que debe estar libre porque de lo contrario sería un contrasentido!), 


-cómo se ocupan, parqueando, ambos carriles de una estrecha calle impidiendo el tránsito y ay del pobre transeunte o conductor que amenace con reclamar, 


-cómo somos incapaces de activar la direccional para cruzar en algún sentido; mucho menos las luces de parqueo para indicar que vamos a parar y que Dios nos proteja si intentamos interrumpir la amena conversación de dos taxistas o dos motociclistas que ocupan los dos carriles de la "autopista" (entre comillas porque autopista, autopista... en fin...) comentando entre si los detalles del cotejo de fútbol y la borrachera del fin de semana (estoy seguro que no están discutiendo como el pensamiento kantiano supone un giro en la concepción de la filosofía, de eso estoy seguro!)


-cómo desde nuestras figuras de autoridad proferimos irrespeto al prójimo y su diversidad por razones "religiosas y/o morales" (Procurador Ordoñez: este varillazo es para Ud. y su secta)

Dolor, tristeza profunda y minusvalía, porque ya ni siquiera intensa ira me produce enfrentarme a diario a ese paupérrimo espectáculo de sociedad sin la esperanza de un mañana mejor. Los pocos esfuerzos del estado por educar se ven rápidamente opacados por lo violentos y los vándalos en las escuelas y las universidades públicas. 

Que vuelva la CÍVICA y LA URBANIDAD DE CARREÑO a escuelas, colegios y universidades! 

Siento pasión por mi país, pero realista soy del corto alcance de mis esfuerzos por escasos, porque son minimizados por el vasto entrópico que los rodea!

Es posible que en 200 o 300 años y luego de haber purgado esta sociedad de todos sus "defectos" podamos decir, como verdad de perogrullo, que el riesgo es quedarse... ¡He dicho!

jueves, 30 de junio de 2011

Mr. W, this is not 1962

Mr. W, this is not 1962

A lo largo de estas semanas, la presentación de la#leylleras ha generado un sano debate, que ha permitido ventilar mucho más que las posiciones de una industria y política acostumbradas (y educadas) para funcionar en un mundo pre web cuestionadas por usuarios y creadores que comparten y desarrollan su vida y obra en una realidad conectada y digital.


Publicado originalmente Por: Xpectro 
Junio 26 de 2011
ElDebate.com.co

lunes, 20 de junio de 2011

Dolor de patria (#dolordepatria)

Aunque esta frase la puso de moda Uribe, ya Dario Gómez la había cantado refiriéndose al éxodo, Amparo Jaramillo-Restrepo  la había definido en un corto pero sentido poema homónimo, alegorizando la violencia en nuestros campos y un salvadoreño de apellido Quezada la había usado para titular una novela que no tiene nada que ver con lo que voy a describir.

Es un  sentimiento desgarrador que provoca un corazón compungido y un alma atribulada, y una inexplicable pero cierta tristeza producto de la insensatez, la indiferencia,  la negligencia y la desidia que envuelven nuestro diario acontecer y actuar.

Lo siento cada mañana cuando leo en algún periódico[i] una nueva nota (no noticia) sobre el último acto de corrupción salido a la luz.

Cada vez que me enfrento al irrespeto por los conciudadanos, por las figuras de autoridad, por la cultura…

…cuando veo un asomo de lágrima de un anciano o del niño que lo acompaña mendigando en una esquina…

…cuando me estrello con un error de ortografía o con alguien que arroja basuras en la calle porque es sinónimo de una pobre educación y un pésimo futuro…

…cada vez que veo a alguien en contravía, cruzando por la mitad de las avenidas o atravesando las autopistas sin hacer uso de los puentes peatonales aunque estén a menos de 50 metros porque hace palpable nuestra ignorancia y el ínfimo aprecio por la vida…

…cada vez que viralizan un video grotesto de una ignorante mujer profiriendo toda clase de barbaridades y obtiene más de 4.000.000 de visitas mostrándole al mundo nuestra incivilidad…

…cuando políticos, jueces, magistrados, la fuerza pública, la iglesia (cualquiera), la empresa privada o  ciudadanos cometen  actos abusivos y su conducta queda impune…

…cuando personajes sin escrúpulos y con intenciones polutas, vulneran la academia provocando actos vandálicos y sin sentido…

…cuando se pisotea la ley porque nadie nos ve; cuando escucho hablar de la malicia indígena…

…cada vez que algún genio inventa otro programa como el de Acción Social y lo único que genera es más embarazos en población pobre y vulnerable que ve la paridad como negocio…

…cada vez que veo un comercial de “Colombia es pasión” porque muestran una cara de nuestro país que es prohibida para los nacionales, o en el mejor de los casos, desconocida…

…cada vez que otro genio hace realidad su gran idea y se construye un gran proyecto hidroeléctrico como Hidrosogamoso, Pescadero-Ituango o Porce IV inconsecuentemente (y lloro genuinamente por la devastación)…


Siento dolor de patria constante porque este es el  panorama que veo desde mi balcón, a través del panorámico de mi carro o cuando salgo a caminar en las mañanas… (suspiro)

Siento dolor de patria constante ¡porque no he logrado la indignación![ii]



[i] A propósito propongo que en adelante los periódicos y noticieros se denominen pasquines para ser más exactos, porque dejaron de ser medios informativos hace mucho tiempo y ahora están plagados de noticas satíricas y amañadas salpicadas por los intereses de turno de quien la escribe ¿Adónde fueron los antiguos y verdaderos periodistas? ¿Qué pasó con las características primordiales de las noticias? ¿Qué pasó en las facultades que Comunicación Social y Periodismo que producen en serie sin control de calidad? (Nuevamente ofrezco mis disculpas a mi hermano y mi amigo José Fernando)

[ii] Les recomiendo un documento en extremo interesante de Stephane Hessel y que conocí gracias a la generosidad intelectual de alguien a quien admiro y respeto; les dejo el enlace a continuación: ¡Indignaos!

lunes, 6 de junio de 2011

El estado social de derecho, las Cortes y la salud

No me malinterpreten: no pretendo escudriñar profundamente el statu quo de la relación entre el estado, las cortes y la salud ni decir que soy conocedor absoluto de la verdad (aunque muy cercano a ella); quiero mostrar los antecedentes, y los que yo considero yerros hecatómbicos que han dado pie a la situación actual.
Va dirigido principalmente a la ilustración de todos aquellos que se limitan a decir que el sistema no sirve y como bueyes salen a las calles a marchar o escriben verdades a medias y presentan “notas” (no noticias) en radio y televisión sin siquiera tomarse el trabajo de conocer (y no en el sentido bíblico porque eso ya correspondería al tema de las parafilias que no voy a tocar acá) la constitución y mucho menos las más de 21.000 normas reglamentarias promulgadas, publicadas y algunas en vigencia y otras no.
Partamos de las siguientes premisas:
  1. La juricidad enmarcada en la garantía de los derechos fundamentales, es pivote primordial del estado social de derecho (como le quedó el ojo a mis queridos amigos abogados, a ver si lo resumen mejor!).
  2. La constitución del 1991 confirmó los tres poderes del gobierno que antecedían desde la constitución de 1886 (legislativo, judicial y ejecutivo. Si no los recuerdan le pueden echar la culpa a la ex-ministra Zambrano y sus diabluras del ’84)
  3. La seguridad social y la atención en salud SON SERVICIOS PÚBLICOS y no DERECHOS FUNDAMENTALES (no faltará el que diga que la salud es un derecho fundamental por vox populi y quiera restregarme la Ley 153 de 1887 -aún vigente- mostrándome la doctrina (derecho) probable; a esos les diré que yo tengo razón por vox Dei)
  4. La función de las altas cortes en general (y de nuevo va el vainazo para los homo habilis(1) que no conocen la constitución) es la de velar por la integridad y la supremacía de la constitución
  5. La Carta Política de este soberano país es de los libros con mayor sentido humano y progresista (acá brota la lágrima Candy en mi ojo derecho) jamás escrito por nacional colombiano alguno(2). Entre otras debería estar incrustada en nuestro cerebro más profundamente que las 3 leyes de mi amigo Asimov.
Y ahora unos antecedentes históricos (por supuesto adoro los datos; además cuando alguien habla de estadísticas, coberturas, historia y otros datos difusos, profusos y confusos, me da la sensación de que sabe lo que está diciendo y domina el tema):
  1. Simón Bolívar ya había pensado en un sistema de Seguridad Social (¿se acuerdan del discurso de Angostura? Si no se acuerdan se pueden remitir al link de la segunda premisa) así que esto no se le ocurrió a ningún superministro ni presidente, ni mucho menos a la copiona constituyente del ‘91.
  2. Antes de 1993, bajo el esquema del Sistema Nacional de Salud (SNS) que venía desde los gloriosos 70’s (década semillero de personalidades y gente regia como yo) el acceso a la salud estaba limitado para aquellos que trabajaban en el otrora existente Instituto Colombiano de Seguros Sociales (ICSS), eran fuerza pública, empleados públicos (CAJANAL, ECOPETROL, magisterio) o tenían recursos para acceder de forma particular.
  3. La población pobre y vulnerable, en ese entonces conocida como “la guachamenta” tenía que acudir a los archipopulares “hospitales de caridad” que prestaban sus servicios bajo un sistema de oferta con presupuestos limitados (asignados por vía nacional, departamental o municipal) que agotaban rápidamente y todos se quedaban viendo un chispero (no les quedaba ni para el acetaminofén).
  4. Sólo los trabajadores tenían derecho a estos servicios (no así su familia, excepto con ECOPETROL, magisterio y fuerzas públicas)
  5. La cobertura de la población con acceso a la salud durante la vigencia del SNS era inferior al 25%; aun así nadie se quejaba del “paseo de la muerte” tal vez porque mis queridos amigos periodistas aún no se habían inventado el término (como el de “carrusel” de estos días y que andan usando para todo).
  6. Después de muchos “muertos en paseo” y durante la presidencia del ilustrísimo y nunca bien entendido Virgilio Barco (entre otras heredero de una gran fortuna producto en parte de una concesión mañosa para la explotación petrolera en Colombia por allá rondando los ‘20s),(3) se abrió paso la reorganización del SNS en 1990, que estableció de forma más ordenada que servicios debía garantizar el estado, como debería garantizarlos y quien los iba a vigilar.
  7. También aprovechó para darle alas a la Superintendencia Nacional de Salud (que a juzgar por los resultados su fuera laboral es la misma que cuando inició) e inventarse un manual tarifario y de contratación, los cargos de libre nombramiento y remoción (para garantizar el derecho al trabajo de las corbatas de los políticos de turno en las instituciones públicas de salud) y las carreras administrativas mediante concurso a ver cuál ganaba el primer puesto en desfalco.
  8. Entre la Ley 10 de 1990 y la Ley 100 de 1993 se promulgaron un par de normas importantes apropiando recursos de persas fuentes para asegurar la prestación de los servicios de salud, pero apinen que: ¡OBVIO! No alcanzaba tampoco para garantizar cama pa’ tanta gente(4) en parte porque todo era NO POS y los médicos cobraban los que se les daba la gana y en parte porque en ese entonces también teníamos superministros y supersecretarios de salud que solo pensaban en cómo hacer “negocito”.
  9. Llega el 93 y el muy querido ministro de salud (que sí, que en ese entonces todavía se llamaba ministro de salud) Juan Luis Londoño de la Cuesta (Q.E.P.D.) junto con Cesítar Gaviria promulga de regalo de navidad, el 23 de diciembre, la Ley 100.
  10. Como sé que tampoco se la han leído y lo único que son capaces de repetir como loros, es que la Ley 100 no sirve, les voy a resumir:
    1. Prima in tempore prima in iure(5): Los principios fundamentales: eficiencia, universalidad, solidaridad, integralidad, unidad y participación (no se los voy a explicar; dejen la pereza, estimulen la masa atrófica esa que tienen entre el cráneo y lean un poquito que eso no los va a matar!).
    2. Acceso a los servicios de salud para el tratamiento de la “uña encarnada, gripa, guayabo, cólico miserere, picadura de epiletsia o de pendix, broncomomía y otras”(6). Hablando en serio acceso a más de 3.500 servicios entre consultas, procedimientos quirúrgicos, laboratorios, imágenes, medicamentos y servicios hospitalarios para cáncer, insuficiencia renal, trasplantes de órganos, quemaduras, reemplazos articulares, unidades de cuidado intensivo, cirugía cardiaca, etc., para el régimen contributivo que por la módica suma de $326 de la época que pagaban entre el empleador y el empleado en proporciones de 1:2 y cobijaba adicionalmente el núcleo familiar.
    3. Acceso a los servicios básicos (“uña encarnada, gripa, guayabo, cólico miserere, picadura de epiletsia o de pendix, broncomomía y otras –hehehe-) y de alto costo (servicios hospitalarios para cáncer, insuficiencia renal, trasplantes de órganos, quemaduras, reemplazos articulares, unidades de cuidado intensivo, etc.,) para el régimen subsidiado (encargado de asegurar a la población pobre y vulnerable, o sea “la guachamenta”) por la módica suma de $0 que pagaba el estado apropiando un porcentaje de lo recaudado para el contributivo y otras apropiaciones de rentas, impuesto al chicote y al chupirul(7), las armas de fuego, juegos de azar, regalías y un recurso muy importante que se llamaba paripassu pero que como por variar, alguien en el gobierno se tumbó y se hicieron los pendejos.
    4. Posibilidad de pensión para todos aquellos que cotizáramos para el régimen contributivo y en algún fondo pensional. Antes de la Ley 100 solo se pensionaba el que trabajaba con el estado o el ICSS (que sí, así se llamaba antes, ISS fue después) y los demás, pues de malas como la piraña mueca: se morían sin un céntimo entre el bolsillo o el banco si no ahorraban.
    5. Pago de incapacidades para los trabajadores cuando por enfermedad lo requirieran (antes, era potestativo del empleador) e incluso para los sinvergüenzas mala clasudos que se hacen incapacitar por guayabo o pereza especialmente los martes subsiguientes a los lunes festivos (gracias a Don Raimundo Emiliani por tan apreciada gracia).
    6. Pago del 100% de la erogación salarial durante la licencia de maternidad (ahora me pregunto si eso también contribuyó con la explosión demográfica… claro 84 días de descanso y relax con sueldito luego del parto).
    7. Pensión adelantada en caso de algún accidente laboral con secuelas significativas (antes si no era empleado público, le tocaba seguir trabajando cojo y con dolor si quería seguir ganando).
    8. Adicionalmente habla de la integración vertical, niveles de complejidad, servicios complementarios, derechos y DEBERES (en negrita porque esos sí que menos los leemos y mucho menos los cumplimos) y otras cositas interesantes que no les voy a contar para que se animen a leer.
Y ahora si entrando en materia asumo que este análisis estará rondando su mente: “Me queda muy claro lo del POS, pero y… lo NO POS??)

Pues muy sencillo…la Ley 100 hablaba del acceso a estos servicios y las condiciones para el mismo serían reglamentadas a posteriori. Después de 5 años bobeando y en virtud de un decreto que el ministerio sacó por allá en el 98 (el mismísimo ministro le puso un 806 grandote con una numeradora de tinta que sacó de un bolsillo), lo que no fuera POS debería ser asumido por el beneficiado, pero si demostraba no tener capacidad de pago para acceder al servicio, el estado debía procurarlo a través de la red pública que ella después arreglaba cuentas con el ministerio, así que la cobertura siempre ha sido, para efectos prácticos, universal.

Para la muestra: en el 2010 se garantizaron más de 101 millones de servicios POS (no pude cuantificar los NO POS, pero les dejo el detalle de los 101 millones en el link que los llevará a otra de mis interesantes publicaciones), es decir, en promedio cada habitante con cobertura (41 millones de colombianos, sí señor, la cifra es correcta) recibió 2.46 servicios de salud el año pasado.

¿Cómo le quedó el ojo a los que se atreven a decir que el sistema no sirve para nada? ¿Es que creen que todo es gratis en esta vida? ¿Son rezagos de quienes acostumbrados al carácter paternalista del estado consideran que todo se les debe dar sin mover un dedo?


¿Entonces (preguntará Ud. con mirada curiosa, inquisitiva e insatisfecha y balanceando su cuerpo de lado a lado mientras flexiona las rodillas y arquea los brazos como… adivinen, sí: el Chapulín Colorado)(8) por qué ha pasado lo que ha pasado, si todo estaba fríamente calculado desde el principio?
He aquí mi humilde opinión (mentiras, para nada humilde pero si mi opinión y remítanse a la última frase de la tercera premisa para mayor claridad).

Primer yerro: A algún Juez, que jamás había tocado el folletico de la Ley 100 ni para acomodar la pata de la mesa coja donde estaba la máquina de escribir manual del secretario del despacho, se le ocurrió aceptar el cuento de que la salud era un derecho fundamental! (que cagadononón y me perdonarán pero el tipo debe estar súper achantado todavía, viendo como este boroló(9), es culpa suya).

Segundo yerro: El mismo Juez que no sólo admitió la tutela, si no que para completar la falló a favor del quejoso obligando a que la EPS le pagara por la abdominoplastia y la lipoescultura que estaba pidiendo. No me malentiendan, todos tenemos derecho a vernos regios, chic y a usar la ropita de corte europeo de Zara, pero porque, en una franca violación del derecho comercial, poner a las EPS a pagar por servicios para los que no recibe recursos y tampoco le han contratado, cuando muy claramente la ley decía que el estado directamente lo prestaba a través de la red pública? No es que no de debiera fallar a favor del ciudadano, de eso no hay duda, es que se debió fallar para que se le garantizara a través de la red pública y sin intermediación.

Tercer yerro: El mismo Juez que para rematar con broche de oro decidió otorgar vía tutela la posibilidad de recobro a la EPS de lo gastado al Fondo de Solidaridad y Garantía, dándoles chance de hacer “negocito”? Aquí tampoco me malentiendan, afortunadamente la mayoría de las EPS son honestas y hacen lo que tienen que hacer. El boroló de estos días, es por las pocas que son presuntamente (como dicen mis amigos periodistas para curarse en salud y no tener que rectificar después) deshonestas, ilegales y prona a los torcidos(10).

Cuarto yerro: La corte constitucional, que haciendo uso de facultades auto atribuidas en lugar de garantizar el cumplimiento de la constitución, aprovechó para declarar la inexequibilidad e inconstitucionalidad de cuanta ley, decreto y resolución se le atravesó y no contenta con eso, se dedicó a legislar vía jurisprudencia pasándose al legislador por la faja (por aquello del articulito curioso ese de la Ley de 153 de 1887 y que mis amigos Jueces cada rato me restriegan en la cara).

Quinto yerro: La libertad de precios en medicamentos: “Kudos” para mis amigos de los laboratorios nacionales, multinacionales y transnacionales y el lobby o Lobbying  (antesala para los que no son bilingües) que le hicieron al ministro de turno. Es sentido común: si tenemos un recurso limitado para garantizar una impresionante variedad de servicios, no es lógico que andemos financiando tratamientos farmacológicos que cuestan $1000 millones de pesos al año para una persona y cuyo beneficio no es mayor (me consta por experiencia personal, no sé si ahora sean más caros o más baratos). Infortunadamente en estos casos debe primar el bien general sobre la necesidad particular: poner topes al costo de estas terapias, si a la casa matriz no le sirve, pues que vaina, no se dispondrá del tratamiento en el país (me toca decirlo en voz baja porque si no mis amigos constitucionalistas y las asociaciones de usuarios ¡me muelen a palo o me atropellan cuando me vean!) Aclaración en negrita para salvaguardar mi integridad física: Ningún laboratorio se ha retirado tratamientos del país por tarifas, simplemente llegan a un acuerdo comercial y ya, el negocio es bueno.


Sexto yerro: Las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA). Ni son de trabajo ni son cooperativas. No cooperan con nada, son más bien “estorbosas”.  Se convirtieron (no todas aclaro nuevamente, conozco muchas que responsablemente cumplen con sus obligaciones fiscales y parafiscales con el estado y sus asociados) en facilitadoras de la elusión al sistema, así independientemente de su ingreso mensual, un asociado solo reconocerá en salud el 4% de un salario mínimo legal vigente y como las CTA no tienen carácter de empleador, pues el 8% del valor que le correspondería en ese caso, se queda en el aire y el sistema no lo recibe. Adicionalmente los asociados no están obligados a cotizar para pensión, así que ese será un problema mayor más adelante; también lo es hoy cuando no hay recursos para garantizar la erogación de los pensionados de hoy (Don Manuel, ahí le dejo el datico para que le eche cabeza y deje de andar mirando como hereda la pensión).

Séptimo yerro: Algunos colegas poco éticos que en ejercicio no del juramento hipocrático, sino del interés comercial, prescriben tratamientos en contraprestación de beneficios distintos a los proporcionados por la alegría, felicidad y mejoría de nuestros queridos y atribulados pacientes. Afortunadamente con la mano en el corazón, puedo decir que son en extremo escasos y tienden a desaparecer. Sin embargo, viene a mi memoria una vergonzosa noche de sábado del 2010, en la que reunidos con el ministro de turno y a propósito de los decretos de emergencia social, un colega manifestó de forma pública su preocupación ya que de entrar en vigencia estos decretos y particularmente el 131 y la situación de conflicto de intereses, no podría viajar fuera del país para congresos, seminarios o educación continuada por cuenta de las casas proveedoras de medicamentos e insumos (sin comentarios).

Octavo yerro: La impresionante falta de control e inoperancia de los entes de vigilancia y control. La SuperSalud se convirtió en el centro de recepción y trámite de quejas más costoso del país por las gracias populistas y deseos reeleccionistas de nuestro anterior presidente. Multas impuestas y luego levantadas, sanciones impuestas y luego anuladas y conciliaciones que a pesar del respaldo de la Ley 1122 jamás obligó a cumplir por las partes, convirtieron a este organismo en el hazmerreír del sector. Ni me hagan comenzar con las secretarías locales y departamentales y hasta las veedurías ciudadanas que en muchos casos se convirtieron en mini fortines de poder para obtener favores varios y cobrar por trámites que por derecho se tenían garantizados. Personalmente denuncié muchas de estas irregularidades ante los entes pertinentes ¡y aún me encuentro esperando resultados!

Noveno yerro: La falta de control sobre los beneficiarios de todas estas prestaciones costosas y que utilizan el recurso de la tutela para iniciarse en la mininegocio de venta de Ensure®, pañales desechables, cremas humectantes de variadas marcas, jabones cosméticos y champú para medias antivárice.
Y que me dicen del suministro de camas eléctricas dobles, viajes en avión, viáticos y estadías en hoteles 5 estrellas, cómodas y agradables sesiones de equitación y natación asistida con delfines (aclaro que son caballos para la equitación y delfines para natación, no?), computadores para invidentes, auxiliares de enfermería durante 24 horas diarias para el cuidado de ancianos y que resultan cocinando, lavando ropa y haciendo aseo para toda la familia, transporte en taxis y manutención para los pacientes y acompañantes cuando tienen que ir a hacer sus vuelticas (y de paso ir donde el médico pa’ que les actualice la formulita de la enfermera 24 horas, el Ensure® y los pañales)… TODO POR CUENTA DEL SISTEMA, en serio, ¿todavía dicen que el sistema no sirve para nada, si hasta en semillero de micro empresas se convirtió?


Décimo yerro: Para terminar y no extender más este denso documento, el décimo y último yerro: ¡Dejar que yo escribiera!

En mi defensa personal, declaro que no se de lo que estoy hablando, esto nunca lo escribí y jamás tuve un blog!

(1) Sí, homo habilis, ni siquiera han alcanzado evolutivamente al homo erectus salvo por la increíble capacidad de andarse apareando con cuanta “homa habilis” se les atraviesa.
(2) Que por supuesto debió ser copiado en su mayoría porque con los personajes que conformaban la constituyente, sólo puedo imaginar como trataban de hacer “negocito” con los presupuestos para su publicación provenientes de la Imprenta Nacional.
(3) Le pueden preguntar a Jorge Villegas que por allá en el ’85 me dio mucha información al respecto en un simpático librito llamado Petróleo colombiano, ganancia gringa y que les recomiendo  si quieren ver que los Barco y los de Mares si eran bien tigres para la contratación estatal y no como los pinches Moreno y Nule que no alcanzaron a robar ni el 10% de lo que agarraron las concesiones de las dos primeras familias. Bueno, claro que ese no es el tema de este ensayo
(4) Para que el Dr. Lleras no me vaya a cerrar el blog y hacer vender el lotecito de La Mesa para pagar las cuotas de Sayco-Asinpro aclaro que esa frase no es mía y es de propiedad de “El Gran Combo” y por si las moscas, la copié  por supuesto de forma involuntaria, de buena fe y sin intención de dolo - como me aconsejó mi abogado que contestara siempre-
(5) Si no sabe latín, ¡de malas, se ha perdido de un par de apuntes inteligentísimos e hilarantes!
(6) Dr. Lleras, observe por favor que lo puse entre comillas porque estas frases tampoco son mías. Las recopilé de mis años de contacto con pacientes y dudo que ellos lo hayan publicado en algún lado o ganen regalías, pero por si las moscas, las copié  por supuesto de forma involuntaria, de buena fe y sin intención de dolo - como me aconsejó mi abogado que contestara siempre-
(7) Si no sabe que es chupirul no le eche la culpa a la ex ministra Zambrano, échele la culpa a que gana el mínimo y nunca ha podido ir a México. Aprovecho para aclarar que no me refiero a la acepción más común si no a la que se usa para referirse a las bebidas alcohólicas.
(8) My dear Dr. Lleras, you know the drill!
(9) Si no sabe que es “boroló” quiere decir que no es colombiano o no vive en Colombia, no se preocupe, seguramente, viva Ud. donde viva, tendrá algún colombiano de vecino: ¡pregúntele!
(10) Si no sabe que es “torcido” diríjase al pie de página anterior

sábado, 28 de mayo de 2011

Las buenas maneras y otras costumbres perdidas...

La civilidad se ha ido al traste y todo es culpa de la ministra Doris Eder de Zambrano que corriendo el '84 en una laguna mental preguayabo, decidió eliminar la cátedra de cívica y por lo tanto  el "Manual de urbanidad y buenas maneras" del ilustrísimo, y por mí admiradísimo, Don Manuel Antonio Carreño. 


¡¡¡CRASO, MAYÚSCULO E HIPERBÓLICO ERROR!!! 

Si con casi 124 años de exposición escolar a ritmo de culpa, con grandes dosis de la férula Martín Moreno(1), y maestras (sí, maestras! ni profesoras ni pedagogas, maestras!) de gruesas antiparras, hosca tez y prominentes bíceps(2) no fuimos capaces de inculcar la decencia, el respeto, la honestidad ni el amor al trabajo en la manada de animales que hoy rigen nuestros destinos y demás congéneres que pululan alrededor de nuestras actividades diarias, ¿qué le espera a las generaciones futuras cuya exposición a la urbanidad, civilidad y reglas sociales está enmarcada por simple imitación de las conductas de un dinosaurio fucsia parlanchín y cantor, engendros alienígenas transformistas (Ben 10, perdóname...) y criaturas "aguacatescas" con una antena en la cabeza y una pantalla LCD adosada al vientre?? Ahhhh, ¿y qué me dicen de Timmy Turner, la gorra rosada y el papá de Timmy Turner??? En fin...

Para inferirlo, sólo basta salir a las 6:00 de la mañana cualquier día luego de un café caliente y recién preparado para agudizar el sensorio, y permearse incólume al insoportable estímulo de mis conciudadanos preparando el estampídico ritual matutino de ir a trabajar, estudiar o capar clase (cachar clase, como dicen en Santander). Antes de las 6:00 de la mañana no sirve, porque estoy sólo y yo soy supremamente culto, educado y regio así que no soy de utilidad para el experimento pero sí como observador (muy digno y con alto sentido de decoro personal como diría Don Manuel Carreño).

Todo comienza con la traumática experiencia de desear a todos un buen día cuando se abre la puerta del ascensor y las únicas respuestas  son miradas extraviadas y un mutismo impresionante (como cuando uno hace piruetas o lee un capítulo de "La urbanidad de Carreño" frente a una jaula de simios en el zoológico). - Primera violación 

Los 15 segundos que tarda el ascensor en llegar al primer piso son relativamente calmados, a menos que la vecina que tiene cinco adorables perritos (que baña cada año aunque estén limpios), se haya adelantado y los haya bajado en el ascensor, lo que provoca persistentes espasmos de la musculatura paranasal y labial en todos los ocupantes (es aquí cuando se escuchan susurros de bajo volumen casi imperceptibles, pero en los cuales, estoy seguro, he logrado identificar más de un madrazo). - Segunda violación 

Una vez alcanzo el sótano y monto mi raudo y plateado corcel avanzo hacia la salida del parqueadero y muy elegantemente freno, miro para ambos lados, me aseguro de poner la direccional para el lado que pretendo girar (porque mi único defecto es que tengo dos derechas y dos izquierdas y por favor psicólogos y psiquiatras abstenerse de comentar al respecto). 

No he logrado avanzar 10 o 20 metros cuando algún taxista (que decidió "enchular" su máquina y convertir las direccionales en luces intermitentes que parpadean en sincronía con los incomodísimos bajos del reggaeton o vallenato de moda, la luz de reversa en direccionales y ocultar las luces de freno con una simpática caricatura de Calvin orinando sobre Hobbes) viene en contravía y me ensordece a punta de pito porque no le cedo el paso cuando es muy claro que la vía la llevo yo! - Tercera violación 

Superado el escollo y llegando a la vía principal, me encuentro con un enjambre de vehículos de tracción mécánica de toda clase(3) enfrascados en una lucha ridícula por  ver quien pasa primero. He hecho esfuerzos casi sobrehumanos para enseñarles que en los países civilizados   el turno se va cediendo de manera que todos puedan pasar ordenadamente y sin riesgos pero aparentemente no entienden inglés ni lenguaje de señas. - Cuarta violación 

Una vez estoy en el carril izquierdo (en teoría rápido) me encuentro de manera inmediata con los motociclistas que salieron a las 6:00 de la mañana a clase de conducción, pero que caparon, justo el día que les enseñaban que deben circular por el carril derecho, ocupando el mismo espacio de cualquier vehículo de cuatro ruedas y que las simpáticas y llamativas líneas punteadas de la carretera no eran para que ellos las siguieran como en el kinder (aparentemente esa clase la caparon también) si no para dermarcar los carriles. - Quinta violación  

Comienza entonces mi esfuerzo para pasar al carril derecho. Por supuesto activo mi direccional de forma muy elegante, sobra decirlo (nuevamente me aseguro que esté señalizando hacia el lado que pretendo pasar por aquello de mis dos derechas y demás) pero tal vez producto de la popular enchulada de máquina de los taxistas, ya los demás conductores no entienden lo que quiere decir la lucecita intermitente al costado de mi auto y enseguida aceleran para adelantarme impidiendo mi cambio de carril. - Sexta violación 

Una vez logro cambiar de carril de forma exitosa después de 2 o 3 maniobras que el mismísimo Evel Knievel admiraría, me encuentro nuevamente con más motos (por lo menos esta vez si van por el carril derecho, así que no tengo más remedio que respetar pacientemente). 

Cuando por fin logro atravesar la ciudad y llegar a las vías secundarías que conducen a mi oficina, me encuentro con otro nudo producto de automóviles parqueados(4) en ambos carriles de la vía obstaculizando, sin pena alguna, el flujo vehicular en un acto de suprema irreverencia e irrespeto al prójimo.  -Séptima violación

Y ya, cuando veo la luz al final del túnel (adecuado símil para describir lo que siento durante la travesía entre mi casa y mi oficina) y voy a parquear mi auto, muy cómodamente se encuentra algún otro congénere obstaculizando la entrada porque está sumamente entretenido en una llamada móvil o leyendo el horóscopo en su smartphone -Octava violación y hasta aquí solo han transcurrido escasos 30 minutos de agitado día en la luz pública... (afortunadamente paso muchas horas en compañía de un gran ciudadano: YO).

Estas casuales pero sin duda alguna, metódicas y casi obsesivas observaciones, sólo resumen la repetitiva violación al precepto primario del respeto por el semejante (aunque se conjugan: el irrespeto a las normas y las leyes, las figuras de autoridad y al público en general). En otra entrega, haré el recuento del segundo de los 293 numerales de las buenas maneras de mi admiradísimo Don Manuel rogando para que el actual ministro se apiade de mí y vuelva a incluir su manual en el pénsum escolar. 

Me exaspera tanto la falta de cortesía y respeto de la gente, que casi estoy tentado a adherirme al Procurador Ordoñez a ver si decreta la hoguera, como en la Santa Inquisición, para tanto irrespetuoso! Estoy seguro, que eso haría mi vida más fácil!

Por cierto, tengo una copia tirada por D. Appleton & Cia de 1860 del Manual de Carreño por si a alguien le interesa EN CALIDAD DE PRÉSTAMO -nótese el énfasis en préstamo- (y por favor Dr. Lleras si con esto estoy de forma alguna -por supuesto involuntaria, de buena fe y sin intención de dolo, como me aconsejó mi abogado que contestara siempre- lesionando los Derechos de Autor, me informa y ya, yo la vuelvo a guardar y aquí no ha pasado nada).

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(1) No me tocó, pero como saben todo está en los libros; para los que no la conocen o les da pereza leer, es ¡la que quita lo malo y deja lo bueno!
(2) Que desarrollaban no porque fueran al "gym" si no a punta de blandir Martín Moreno (sin relación con el senador o el ex-alcalde) a diestra y siniestra!
(3) Buses, camiones, camionetas, camperos, automóviles, motocicletas, etc. Los vehículos de tracción animal son en extremo escasos ya que en la mayoría de los casos el animal va conduciendo.
(4) De los que salen inmaculadas niñas -como muy jocosamente dijo alguna vez Nohemí autorreferenciándose-, que asisten a clases en La Presentación

viernes, 27 de mayo de 2011

En el país de las paradojas... más salud o menos salud?

A los detractores de la Ley 100, les comparto las siguientes cifras que seguramente desconocen y nunca han hecho parte del show mediático, las interlocuciones políticas (o politiqueras) o más tristemente, de las consideraciones de jueces y ciudadanos que día a día han sido beneficiados directa o indirectamente por los servicios de salud.

Si bien es innegable que la corruptela y el contubernio licencioso de actores primordiales en el sistema, obligan a un ejercicio juicioso, profundo y sobre todo esclarecedor, para ninguno es posible rasgar sus vestiduras públicamente y declararse inocente ya que la culpa de la omisión recae sobre nuestros hombros en ejercicio de nuestros deberes; tampoco es cierto que todos los actores hayan actuado con intereses distintos a los de prestar servicios de salud; afortudamente hay quien lo hace con honestidad y transparencia!


En serio queridos conciudadanos, cuando salen a marchar exigiendo la derogatoria de la Ley 100, consideran la realidad de lo exigido?


Les dejo pues, los antecedentes por los que me declaro absoluto y público defensor de la Ley 100 duélale a quien le duela! Y si alguien aún insiste en que debe acabarse, lo invito a argumentar inteligentemente sus razones (obviamente esto excluye a los medios que no gozan de capacidad analítica y crítica argumentada -y me disculpo de antemano con mi hermano y mi amiguito José Fernando, Comunicadores Sociales y Periodistas-...)


1. Cobertura por seguridad social: del 27.5% (SNS) al 84% (SGSSS) de la población nacional.
2. Cobertura en la inmunización en menores de 1 año: del 72% en 1990 a 96% en 2010
3. Tasa de mortalidad infantil: del 30% en 1990 a 15.5% en 2010
4. Tasa de mortalidad en menores de 5 años: del 37% en 1990 al 19% en 2010
5. Tasa de mortalidad materna: de 94% en 1990 a 75% en 2006
6. Porcentaje de nacimientos con 4 o más controles prenatales: de 47.7% en 1990 a 76.7% en 2006
7. Porcentaje de partos atendidos en instituciones de salud: de 76% en 1990 a 97% en 2010
8. Más de 3.360.000 sesiones de diálisis renal al año con un costo aproximado de 1 billón (DOCE CEROS) de pesos (sin contar las realizadas en los casos de insuficiencia aguda)
9. Más de 232.400 tratamientos mensuales para personas que conviven con el virus del VIH/SIDA con un costo aproximado de $23.200 millones de pesos
10. Más de 66.500 tratamientos anuales para cáncer con una cobertura superior al 90% y un valor al año superior a $232.000 millones de pesos.
11. Más de 80 millones de consultas con médico general, medicamentos y exámenes complementarios al año con un valor superior a los 2 billones de pesos (si, DOCE CEROS!!)
12. Más de 13.125.000 de atenciones de urgencias al año con un valor aproximado de $551.400 millones de pesos
13. Más de 46 millones de consultas especializadas con un valor aproximado de $579.197 millones de pesos
14. Más de 3.971.000 hospitalizaciones quirúrgicas y no quirúrgicas al año con un valor aproximado de $4 billones 791.137 millones.
15. Más de 288.311 hospitalizaciones en unidades de cuidado intensivo con valor superior a los $898.597 millones de pesos
16. Más de 1.170 trasplantes de órganos (no incluye médula ósea, córneas, piel y/o hueso) al año con un valor superior a los $46.800 millones de pesos.


No fue posible ubicar datos del número de servicios y costos de las prestaciones NO POS.


Fuentes:


1-7: WHO - OPS en Presentación de objetivos del milenio (2009-2010)
8. Asociación Colombiana de Nefrología e Hipertensión Arterial (2010)
9. ONUSIDA (2008)
10. Liga colombiana contra el cáncer (2009)
11, 15. Extrapolación personal por FU (ISS 2006) y población cubierta en 2010.
16. Instituto Nacional de Salud (2011)

¿Quién es el crítico parafernálico?

A ver les cuento... me estoy quedando calvo, tengo un divorcio encima y hasta hace 6 meses manejaba un stress descomunal, todavía no he tenido mi primer infarto pero ya tuve mi primera fractura de columna (y no les contaré en que andaba cuando me pasó!)

Afortunadamente aún no sufro de disfunción eréctil y espero que ninguno de vosotros (bueno, habría que preguntarle al recordado Jorge, un simpático compañerito de colegio que se graduó como de 40 años).

Después del cole me dediqué al campo de la ingeniería por un par de años; me mamé de tanto número y me decidí por la medicina. Como en la escuela de medicina nos explotan desde primíparos, en V semestre comencé a ver pacientes y a hacer turnos (no puedo negar que era divertidísimo y me enteré de cualquier cantidad de chismes, cuentos, creencias y una que otra atrocidad que no puedo divulgar por aquello del secreto profesional). Como los chismes, cuentos, creencias y todas esas atrocidades se hicieron repetitivas y no satisfaron mi ilimitado voyerismo, me harté de ver pacientes y de operar y me dediqué al estupendo mundo de las políticas públicas y la administración en salud. Luego de dos especializaciones y un par de años de docencia universitaria, ando de candidato a maestría (el problema no es de intelecto si no de plata y tiempo, así que la candidatura comenzará pronto a cumplir años) y buscando ganarme el Baloto.

Profesionalmente he satisfecho mis ambiciones (hasta el momento)... y no soy de los que se acuesta con el Jefe... (y mucho menos si es Jefa).

Tengo metas a posteriori, pero con mi persistencia, perspicacia y diligencia solo es cuestión de esperar, já!

Declarado y rampante enemigo público de la desidia, la corruptela, la altivez ignorante, la mala ortografía y la simplicidad de nuestros dirigentes y otras figuras públicas y privadas...

Aún tengo un par de cosas para hacer antes de cumplir los 50: montar una ballena jorobada y domesticar un delfín rosado, pero no tengo afán... estoy seguro que con un poco de práctica e insistencia, lo logro rapidito...

Como ya deben estar aburridos de leer, los dejo... espero sus comentarios, resúmenes, aportes, chismes e insultos; como pueden ver, mi vida ha sido superinteresante y lo mandado es compartir con el pueblo que tanto me ha dado (doble já!)!

Un abrazo y un beso a todos!!! (la lengua es opcional, y como las consultas, causa honorarios)...

El crítico parafernálico