sábado, 28 de mayo de 2011

Las buenas maneras y otras costumbres perdidas...

La civilidad se ha ido al traste y todo es culpa de la ministra Doris Eder de Zambrano que corriendo el '84 en una laguna mental preguayabo, decidió eliminar la cátedra de cívica y por lo tanto  el "Manual de urbanidad y buenas maneras" del ilustrísimo, y por mí admiradísimo, Don Manuel Antonio Carreño. 


¡¡¡CRASO, MAYÚSCULO E HIPERBÓLICO ERROR!!! 

Si con casi 124 años de exposición escolar a ritmo de culpa, con grandes dosis de la férula Martín Moreno(1), y maestras (sí, maestras! ni profesoras ni pedagogas, maestras!) de gruesas antiparras, hosca tez y prominentes bíceps(2) no fuimos capaces de inculcar la decencia, el respeto, la honestidad ni el amor al trabajo en la manada de animales que hoy rigen nuestros destinos y demás congéneres que pululan alrededor de nuestras actividades diarias, ¿qué le espera a las generaciones futuras cuya exposición a la urbanidad, civilidad y reglas sociales está enmarcada por simple imitación de las conductas de un dinosaurio fucsia parlanchín y cantor, engendros alienígenas transformistas (Ben 10, perdóname...) y criaturas "aguacatescas" con una antena en la cabeza y una pantalla LCD adosada al vientre?? Ahhhh, ¿y qué me dicen de Timmy Turner, la gorra rosada y el papá de Timmy Turner??? En fin...

Para inferirlo, sólo basta salir a las 6:00 de la mañana cualquier día luego de un café caliente y recién preparado para agudizar el sensorio, y permearse incólume al insoportable estímulo de mis conciudadanos preparando el estampídico ritual matutino de ir a trabajar, estudiar o capar clase (cachar clase, como dicen en Santander). Antes de las 6:00 de la mañana no sirve, porque estoy sólo y yo soy supremamente culto, educado y regio así que no soy de utilidad para el experimento pero sí como observador (muy digno y con alto sentido de decoro personal como diría Don Manuel Carreño).

Todo comienza con la traumática experiencia de desear a todos un buen día cuando se abre la puerta del ascensor y las únicas respuestas  son miradas extraviadas y un mutismo impresionante (como cuando uno hace piruetas o lee un capítulo de "La urbanidad de Carreño" frente a una jaula de simios en el zoológico). - Primera violación 

Los 15 segundos que tarda el ascensor en llegar al primer piso son relativamente calmados, a menos que la vecina que tiene cinco adorables perritos (que baña cada año aunque estén limpios), se haya adelantado y los haya bajado en el ascensor, lo que provoca persistentes espasmos de la musculatura paranasal y labial en todos los ocupantes (es aquí cuando se escuchan susurros de bajo volumen casi imperceptibles, pero en los cuales, estoy seguro, he logrado identificar más de un madrazo). - Segunda violación 

Una vez alcanzo el sótano y monto mi raudo y plateado corcel avanzo hacia la salida del parqueadero y muy elegantemente freno, miro para ambos lados, me aseguro de poner la direccional para el lado que pretendo girar (porque mi único defecto es que tengo dos derechas y dos izquierdas y por favor psicólogos y psiquiatras abstenerse de comentar al respecto). 

No he logrado avanzar 10 o 20 metros cuando algún taxista (que decidió "enchular" su máquina y convertir las direccionales en luces intermitentes que parpadean en sincronía con los incomodísimos bajos del reggaeton o vallenato de moda, la luz de reversa en direccionales y ocultar las luces de freno con una simpática caricatura de Calvin orinando sobre Hobbes) viene en contravía y me ensordece a punta de pito porque no le cedo el paso cuando es muy claro que la vía la llevo yo! - Tercera violación 

Superado el escollo y llegando a la vía principal, me encuentro con un enjambre de vehículos de tracción mécánica de toda clase(3) enfrascados en una lucha ridícula por  ver quien pasa primero. He hecho esfuerzos casi sobrehumanos para enseñarles que en los países civilizados   el turno se va cediendo de manera que todos puedan pasar ordenadamente y sin riesgos pero aparentemente no entienden inglés ni lenguaje de señas. - Cuarta violación 

Una vez estoy en el carril izquierdo (en teoría rápido) me encuentro de manera inmediata con los motociclistas que salieron a las 6:00 de la mañana a clase de conducción, pero que caparon, justo el día que les enseñaban que deben circular por el carril derecho, ocupando el mismo espacio de cualquier vehículo de cuatro ruedas y que las simpáticas y llamativas líneas punteadas de la carretera no eran para que ellos las siguieran como en el kinder (aparentemente esa clase la caparon también) si no para dermarcar los carriles. - Quinta violación  

Comienza entonces mi esfuerzo para pasar al carril derecho. Por supuesto activo mi direccional de forma muy elegante, sobra decirlo (nuevamente me aseguro que esté señalizando hacia el lado que pretendo pasar por aquello de mis dos derechas y demás) pero tal vez producto de la popular enchulada de máquina de los taxistas, ya los demás conductores no entienden lo que quiere decir la lucecita intermitente al costado de mi auto y enseguida aceleran para adelantarme impidiendo mi cambio de carril. - Sexta violación 

Una vez logro cambiar de carril de forma exitosa después de 2 o 3 maniobras que el mismísimo Evel Knievel admiraría, me encuentro nuevamente con más motos (por lo menos esta vez si van por el carril derecho, así que no tengo más remedio que respetar pacientemente). 

Cuando por fin logro atravesar la ciudad y llegar a las vías secundarías que conducen a mi oficina, me encuentro con otro nudo producto de automóviles parqueados(4) en ambos carriles de la vía obstaculizando, sin pena alguna, el flujo vehicular en un acto de suprema irreverencia e irrespeto al prójimo.  -Séptima violación

Y ya, cuando veo la luz al final del túnel (adecuado símil para describir lo que siento durante la travesía entre mi casa y mi oficina) y voy a parquear mi auto, muy cómodamente se encuentra algún otro congénere obstaculizando la entrada porque está sumamente entretenido en una llamada móvil o leyendo el horóscopo en su smartphone -Octava violación y hasta aquí solo han transcurrido escasos 30 minutos de agitado día en la luz pública... (afortunadamente paso muchas horas en compañía de un gran ciudadano: YO).

Estas casuales pero sin duda alguna, metódicas y casi obsesivas observaciones, sólo resumen la repetitiva violación al precepto primario del respeto por el semejante (aunque se conjugan: el irrespeto a las normas y las leyes, las figuras de autoridad y al público en general). En otra entrega, haré el recuento del segundo de los 293 numerales de las buenas maneras de mi admiradísimo Don Manuel rogando para que el actual ministro se apiade de mí y vuelva a incluir su manual en el pénsum escolar. 

Me exaspera tanto la falta de cortesía y respeto de la gente, que casi estoy tentado a adherirme al Procurador Ordoñez a ver si decreta la hoguera, como en la Santa Inquisición, para tanto irrespetuoso! Estoy seguro, que eso haría mi vida más fácil!

Por cierto, tengo una copia tirada por D. Appleton & Cia de 1860 del Manual de Carreño por si a alguien le interesa EN CALIDAD DE PRÉSTAMO -nótese el énfasis en préstamo- (y por favor Dr. Lleras si con esto estoy de forma alguna -por supuesto involuntaria, de buena fe y sin intención de dolo, como me aconsejó mi abogado que contestara siempre- lesionando los Derechos de Autor, me informa y ya, yo la vuelvo a guardar y aquí no ha pasado nada).

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(1) No me tocó, pero como saben todo está en los libros; para los que no la conocen o les da pereza leer, es ¡la que quita lo malo y deja lo bueno!
(2) Que desarrollaban no porque fueran al "gym" si no a punta de blandir Martín Moreno (sin relación con el senador o el ex-alcalde) a diestra y siniestra!
(3) Buses, camiones, camionetas, camperos, automóviles, motocicletas, etc. Los vehículos de tracción animal son en extremo escasos ya que en la mayoría de los casos el animal va conduciendo.
(4) De los que salen inmaculadas niñas -como muy jocosamente dijo alguna vez Nohemí autorreferenciándose-, que asisten a clases en La Presentación

viernes, 27 de mayo de 2011

En el país de las paradojas... más salud o menos salud?

A los detractores de la Ley 100, les comparto las siguientes cifras que seguramente desconocen y nunca han hecho parte del show mediático, las interlocuciones políticas (o politiqueras) o más tristemente, de las consideraciones de jueces y ciudadanos que día a día han sido beneficiados directa o indirectamente por los servicios de salud.

Si bien es innegable que la corruptela y el contubernio licencioso de actores primordiales en el sistema, obligan a un ejercicio juicioso, profundo y sobre todo esclarecedor, para ninguno es posible rasgar sus vestiduras públicamente y declararse inocente ya que la culpa de la omisión recae sobre nuestros hombros en ejercicio de nuestros deberes; tampoco es cierto que todos los actores hayan actuado con intereses distintos a los de prestar servicios de salud; afortudamente hay quien lo hace con honestidad y transparencia!


En serio queridos conciudadanos, cuando salen a marchar exigiendo la derogatoria de la Ley 100, consideran la realidad de lo exigido?


Les dejo pues, los antecedentes por los que me declaro absoluto y público defensor de la Ley 100 duélale a quien le duela! Y si alguien aún insiste en que debe acabarse, lo invito a argumentar inteligentemente sus razones (obviamente esto excluye a los medios que no gozan de capacidad analítica y crítica argumentada -y me disculpo de antemano con mi hermano y mi amiguito José Fernando, Comunicadores Sociales y Periodistas-...)


1. Cobertura por seguridad social: del 27.5% (SNS) al 84% (SGSSS) de la población nacional.
2. Cobertura en la inmunización en menores de 1 año: del 72% en 1990 a 96% en 2010
3. Tasa de mortalidad infantil: del 30% en 1990 a 15.5% en 2010
4. Tasa de mortalidad en menores de 5 años: del 37% en 1990 al 19% en 2010
5. Tasa de mortalidad materna: de 94% en 1990 a 75% en 2006
6. Porcentaje de nacimientos con 4 o más controles prenatales: de 47.7% en 1990 a 76.7% en 2006
7. Porcentaje de partos atendidos en instituciones de salud: de 76% en 1990 a 97% en 2010
8. Más de 3.360.000 sesiones de diálisis renal al año con un costo aproximado de 1 billón (DOCE CEROS) de pesos (sin contar las realizadas en los casos de insuficiencia aguda)
9. Más de 232.400 tratamientos mensuales para personas que conviven con el virus del VIH/SIDA con un costo aproximado de $23.200 millones de pesos
10. Más de 66.500 tratamientos anuales para cáncer con una cobertura superior al 90% y un valor al año superior a $232.000 millones de pesos.
11. Más de 80 millones de consultas con médico general, medicamentos y exámenes complementarios al año con un valor superior a los 2 billones de pesos (si, DOCE CEROS!!)
12. Más de 13.125.000 de atenciones de urgencias al año con un valor aproximado de $551.400 millones de pesos
13. Más de 46 millones de consultas especializadas con un valor aproximado de $579.197 millones de pesos
14. Más de 3.971.000 hospitalizaciones quirúrgicas y no quirúrgicas al año con un valor aproximado de $4 billones 791.137 millones.
15. Más de 288.311 hospitalizaciones en unidades de cuidado intensivo con valor superior a los $898.597 millones de pesos
16. Más de 1.170 trasplantes de órganos (no incluye médula ósea, córneas, piel y/o hueso) al año con un valor superior a los $46.800 millones de pesos.


No fue posible ubicar datos del número de servicios y costos de las prestaciones NO POS.


Fuentes:


1-7: WHO - OPS en Presentación de objetivos del milenio (2009-2010)
8. Asociación Colombiana de Nefrología e Hipertensión Arterial (2010)
9. ONUSIDA (2008)
10. Liga colombiana contra el cáncer (2009)
11, 15. Extrapolación personal por FU (ISS 2006) y población cubierta en 2010.
16. Instituto Nacional de Salud (2011)

¿Quién es el crítico parafernálico?

A ver les cuento... me estoy quedando calvo, tengo un divorcio encima y hasta hace 6 meses manejaba un stress descomunal, todavía no he tenido mi primer infarto pero ya tuve mi primera fractura de columna (y no les contaré en que andaba cuando me pasó!)

Afortunadamente aún no sufro de disfunción eréctil y espero que ninguno de vosotros (bueno, habría que preguntarle al recordado Jorge, un simpático compañerito de colegio que se graduó como de 40 años).

Después del cole me dediqué al campo de la ingeniería por un par de años; me mamé de tanto número y me decidí por la medicina. Como en la escuela de medicina nos explotan desde primíparos, en V semestre comencé a ver pacientes y a hacer turnos (no puedo negar que era divertidísimo y me enteré de cualquier cantidad de chismes, cuentos, creencias y una que otra atrocidad que no puedo divulgar por aquello del secreto profesional). Como los chismes, cuentos, creencias y todas esas atrocidades se hicieron repetitivas y no satisfaron mi ilimitado voyerismo, me harté de ver pacientes y de operar y me dediqué al estupendo mundo de las políticas públicas y la administración en salud. Luego de dos especializaciones y un par de años de docencia universitaria, ando de candidato a maestría (el problema no es de intelecto si no de plata y tiempo, así que la candidatura comenzará pronto a cumplir años) y buscando ganarme el Baloto.

Profesionalmente he satisfecho mis ambiciones (hasta el momento)... y no soy de los que se acuesta con el Jefe... (y mucho menos si es Jefa).

Tengo metas a posteriori, pero con mi persistencia, perspicacia y diligencia solo es cuestión de esperar, já!

Declarado y rampante enemigo público de la desidia, la corruptela, la altivez ignorante, la mala ortografía y la simplicidad de nuestros dirigentes y otras figuras públicas y privadas...

Aún tengo un par de cosas para hacer antes de cumplir los 50: montar una ballena jorobada y domesticar un delfín rosado, pero no tengo afán... estoy seguro que con un poco de práctica e insistencia, lo logro rapidito...

Como ya deben estar aburridos de leer, los dejo... espero sus comentarios, resúmenes, aportes, chismes e insultos; como pueden ver, mi vida ha sido superinteresante y lo mandado es compartir con el pueblo que tanto me ha dado (doble já!)!

Un abrazo y un beso a todos!!! (la lengua es opcional, y como las consultas, causa honorarios)...

El crítico parafernálico